¿Cómo es posible que BMW valga el doble que Mercedes?
La dura rivalidad que mantienen los dos fabricantes alemanes de automóviles de lujo en ventas y resultados no tiene su reflejo en el valor que les otorgan los inversores. Así, a pesar de que en unidades vendidas y en beneficio operativo las diferencias entre ambas firmas no es excesiva, ¿cómo es posible que BMW valga el doble que Mercedes para los inversores?
A precios del cierre en bolsa del viernes, la capitalización de BMW ascendía a 45.727 millones de euros y la de Daimler, matriz de Mercedes, alcanzó los 43.412 millones. Restando a un precio razonable el negocio de camiones de Daimler (valdría unos 20.000 millones en comparación con su rival Volvo AB), que es líder mundial del sector, los inversores asignarían a Mercedes un valor que ronda los 23.000 millones de euros, la mitad que el de BMW, según informa Bloomberg citando a la firma de análisis Bernstein Research.
Las razones son variadas, pero los analistas, como Hans-Peter Wodniok, de la firma Fairesearch, coinciden en que «en términos de innovación, BMW es el líder» al tiempo que subrayan que las expectativas para Mercedes «son peores». Entrando más al detalle en esta abultada diferencia del valor de ambas marcas, cabe destacar que el débil crecimiento en el pujante mercado chino, la lentitud en el desarrollo de segmentos importantes como los deportivos compactos y una imagen poco atractiva para la clientela joven han perjudicado a Mercedes en los últimos años, permitiendo a BMW y a Audi, del grupo Volkswagen, impulsar sus ventas en el mercado automovilístico del lujo.
Además, la creciente diferencia de valoración con BMW se produce un año después de que el consejero delegado de Mercedes, Dieter Zetsche, cuyo contrato expira al final de 2013, se comprometiera a duplicar la venta de vehículos hasta 2,6 millones para finales de esta década y recuperar el trono del sector del lujo, que perdió en el año 2005.
Pero los planes de Zetsche han sufrido un frenazo, lo que ha elevado las voces en contra de su gestión. En octubre, Mercedes retrasó en, al menos, cuatro años los objetivos de resultados previstos inicialmente y puso en marcha un plan de reducción de costes de 2.000 millones de euros para 2014 para hacer frente a la caída de las ganancias.