Demasiado guapa para trabajar (y demasiado listos para la universidad)
Escribe Pablo Pardo desde Washington para El Mundo.es–El Tribunal Supremo del estado de Iowa acaba de decidir, por 7 votos a favor y ninguno en contra, que es legal despedir a una empleada si uno se siente atraído por ella. Eso es lo que hizo el dentista James Knight, del pueblo de Fort Dodge, cuando se sintió atraído por su empleada Melissa Nelson, que llevaba trabajando en su consulta 10 años. No hubo ninguna relación, pero la mujer de Knight, que trabaja también en la clínica dental de él, se dio cuenta de que las cosas estaban yendo demasiado lejos y pidió a su esposo que echara a Nelson.
El compungido matrimonio decidió consultar al pastor protestante de su iglesia, y éste les dijo que adelante con el despido. Así que Knight puso a Nelson en la calle, pagándole, eso sí un mes de indemnización (en EEUU el despido es libre). Ella dijo que simplemente veía al dentista “como una figura paternal” . A todo esto, Nelson tiene 32 años; Knight, 53.
Usar como argumento para el despido que la empleada le tienta—inconscientemente—a uno es algo muy pintoresco. Pero es una muestra de las extrañas situaciones que se dan en el mercado laboral. Por ejemplo, algunos han señalado que el dictamen del caso se debe a que los siete miembros del Supremo de Iowa son hombres.
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