Banco Sabadell cerró el primer trimestre del año con un beneficio de 259,3 millones de euros, lo cual supone un crecimiento del 32,7% respecto al mismo periodo del año pasado, según ha comunicado la entidad este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La cuenta de resultados del banco que preside Josep Oliu, que ha presentado resultados esta mañana en Barcelona, se ha beneficiado sobre todo del descenso del 51,8% en las dotaciones para insolvencias respecto al mismo periodo de 2017. La entidad ha culminado esta semana la integración tecnológica de su filial británica TSB. El proceso, sin embargo, sufrió multitud de incidencias que obligaron a cerrar el servicio. El consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, ha afirmado que la plataforma online volverá a "la normalidad" a finales de esta semana o comienzos de la que viene y ha garantizado que los clientes afectados serán compensados.

El banco de origen catalán, que trasladó su sede social a Alicante, ha destacado el crecimiento del negocio bancario. En el arranque de año, el margen de intereses se ha situado en 911,5 millones de euros, un 1,9% más que en 2017, y las comisiones se incrementaron el 6,5%. El margen bruto descendió el 5,3%, mientras que el margen antes de dotaciones retrocedió un 20,8%. Una de las razones de ese descenso, según Guardiola, se debe a los gastos en los que la entidad ha incurrido para la migración de los datos de sus clientes en Reino Unido desde Lloyds a la nueva plataforma, que ha tenido un coste de 96 millones de libras (110 millones de euros), pero también al aumento de la cantidad que ha destinado para su negocio en México. La entidad, no obstante, ha podido beneficiarse de dos factores para mejorar su resultado. Primero, una bajada en las dotaciones para insolvencias que Guardiola prevé que se prolongue durante este año y el próximo para volver a niveles de antes de la crisis en dos años.

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