La urgencia de un fondo europeo de recuperación económica
Ante una de las mayores tragedias en décadas, la única opción para Europa es la unidad y la solidaridad. Por su naturaleza y su escala, la crisis de Covid-19 exige una movilización histórica de los Estados y de la Unión Europea en términos de gobernanza, determinación y recursos. Todo el mundo es consciente de que ningún país o continente será capaz de afrontar el reto sanitario por sí solo. De la misma manera, en un planeta en el que casi 4.000 millones de personas -la mitad de la humanidad- están confinados, nadie podrá luchar y superar por sí solo el desafío económico.
Los Estados Miembro han puesto en marcha rápidamente medidas de emergencia para satisfacer las necesidades de liquidez de las empresas que están paradas o cerradas. El acceso a liquidez es la clave absoluta. Es vital que estas empresas puedan acudir a sus bancos muy rápidamente a través de préstamos garantizados por el Estado. Por su parte, el BCE ha activado inmediatamente hasta 750.000 millones de euros adicionales para permitir recompras sustanciales de bonos. Y tal como prevé la legislación europea, la Comisión Europea de Ursula von der Leyen ha suspendido temporalmente las normas de disciplina presupuestaria para permitir a sus miembros endeudarse al margen de los criterios de Maastricht en estas circunstancias excepcionales.