Los secretos de los archivos universales que blindan el tesoro natural de España
El envío de una selección de más de mil variedades vegetales de nuestra colección nacional al Banco Mundial de Semillas de Svalbard (Noruega), un Arca de Noé mundial, ha sacado a la luz la labor de los guardianes de un gran tesoro para nuestra sociedad que es prácticamente desconocido.
Los bancos de semillas (y de germoplasma) custodian, conservan y mantienen las simientes de las que nace la vida en los campos españoles. Incluso una parte de ellas datan de tiempos ancestrales. Se trata de una red de 37 instalaciones gestionadas por centros e institutos tecnológicos y de investigación agrícolas y agroalimentarios que cuentan con auténticas colecciones de semillas (cultivadas y silvestres) y de otras especies, como árboles frutales, para
que nunca se olviden ni se pierdan ante cualquier catástrofe que sobrevenga, desde una guerra, o la erupción de un volcán hasta los efectos del cambio climático o el abandono de las tierras de cultivo. Su conservación es vital para garantizar nuestra alimentación. Y también porque nunca se sabe lo que pueden aportar en el futuro.