Las Bolsas europeas se suman a la euforia de Wall Street, aunque el Ibex modera sus subidas a un 5%

El índice español marcó la mejor apertura de su historia, con una subida del 8,59% | El petróleo corrige las fuertes alzas de ayer y baja el 2,5%, mientras los futuros apuntan a caídas en Estados Unidos

La histórica euforia desatada ayer en Wall Street se extiende hoy a Europa y Asia. Donald Trump anunció una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles y los mercados se desbocaron: el S&P 500 se anotó un 9,52%, la mayor subida desde 2008 y la tercera de más calibre desde la II Guerra Mundial, mientras el Nasdaq sumó un 12,16%, su mejor registro desde 2001 y el segundo de la historia. Los mercados europeos se suman a la celebración, aunque a medida que transcurre la jornada la moderación gana terreno a la histeria. El Ibex 35, de hecho, arrancó con una ganancia de 1.000 puntos de una tacada para marcar una subida del 8,59% en su primer cambio, la mejor apertura de la historia, según BME, y un porcentaje que, al cierre, solo ha sido superado por el 14% que subió en mayo de 2010. Una hora después, no obstante, los operadores han mitigado su ansia y el índice avanza un 5%. Alemania avanza un 5,5% porcentaje similar al que marcan los mercados de Francia y el propio Euro Stoxx 50. Los futuros de Estados Unidos, planos a primera hora, apuntan ahora a descensos cercanos al 2%. Tal y como apuntan los economistas de JP Morgan, la tregua arancelaria es “simplemente el final del principio”, recoge Reuters. La guerra comercial de Estados Unidos está lejos de terminar.

Las subidas en algunos valores del Ibex, estratosféricas en la apertura, han pasado a ser solamente abultadas: IAG se dispara el 7,6% (llegó al 20%) y Grifols, el 9%. Pero destacan, sobre todo, las ganancias de la banca: las seis entidades cotizadas (Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja) suben más del 8%. Y las alzas son más tímidas en valores de perfil defensivo, que han aguantado mejor el temporal, como Telefónica, Iberdrola o Naturgy, en el entorno del 2%.

En Asia, las alzas ha oscilado entre el 3% y el 9%, poco después de que hayan entrado en vigor los aranceles del 84% de China a Estados Unidos. Con todo, hay ciertas señales de cautela: los futuros del índice S&P 500 cotizan planos, después del atracón de ayer. La rentabilidad de la deuda de EE UU se relaja, pero sigue por encima de los niveles del viernes. El dólar cae levemente frente al euro tras las subidas y el Brent que ayer se disparó el 4%, apenas se mueve. El motivo es que la suspensión de aranceles deja fuera a China, para quien Trump ha elevado las tasas y que es el origen de la mayor parte de las importaciones estadounidenses.

El parón de los gravámenes anunciado por Washington el miércoles, que se produjo con las Bolsas europeas ya cerradas y menos de 24 horas después de que entraran en vigor nuevos aranceles recíprocos para sus socios comerciales, se produjo después del episodio más intenso de volatilidad en los mercados financieros desde los primeros días de la pandemia. En la semana casi exacta transcurrida desde que Trump, ya con el mercado cerrado, anunció la avalancha arancelaria y su retirada (con la excepción china), el S&P 500 bajó más del 12%, un 11% para el Ibex. La perspectiva de una recesión sobre la que alertaban cada vez más analistas y bancos de inversión, combinada con el efecto inflacionario de las tasas evaporó 9,2 billones de capitalización de las Bolsas mundiales, equivalente a la mitad del PIB europeo, y desató las voces críticas de grandes empresarios, operadores de Wall Street y banqueros de inversión, a los que se sumaron también reproches desde las propias filas republicanas.

Pero las alarmas más llamativas saltaron en el mercado de renta fija: desde el lunes, el precio de la deuda del Tesoro de Estados Unidos, considerada tradicionalmente un valor refugio, caía sin freno y los rendimientos, que se mueven a la inversa del precio, se disparaban. La presión arreciaba, hasta que el presidente estadounidense tuvo que dar su brazo a torcer y admitir una suspensión parcial de la aplicación de gravámenes. El rendimiento del bono de Estados Unidos a 10 años, que en la sesión del miércoles llegó a subir más de 20 puntos básicos antes de conocerse la suspensión, se relaja este jueves 10 puntos y se sitúa en el 4,28%, nivel superior aún al 3,99% del viernes pero en línea con el previo al anuncio arancelario. “Hay que ser flexible”, dijo Trump después de anunciar la medida y tras varios días en que se mostró firme con su decisión inicial. “El mercado de bonos es complicado. Lo estaba observando y si lo miras ahora, es bonito. Pero ayer la gente se estaba poniendo un poco nerviosa”, admitió el presidente.

En Asia, el Nikkei ha cerrado un 9% al alza, el Hang Seng de Hong Kong suma un 2,2% y el Kospi coreano, un 6,6%. El índice compuesto de Shanghai, que ha contenido las caídas esta semana gracias a una intervención conjunta por parte de casas de Bolsa chinas, sube un 1,16%. Menos movimientos marca el mercado de divisas: el dólar baja un 0,3% contra la moneda europea y se cambia por 1,10 dólares.

Goldman Sachs ha reducido su probabilidad de recesión al 45% tras la decisión de Trump, desde el 65% anterior, afirmando que los aranceles que se mantienen vigentes probablemente resulten en un aumento del 15% en la tasa arancelaria general. Los analistas advierten no obstante que la repentina recuperación de las Bolsas podría no reparar todo el daño. Varias encuestas apuntan ya a una desaceleración de la inversión empresarial y del gasto de los hogares debido a la preocupación por el impacto de los aranceles. Un estudio de Reuters/Ipsos ha revelado que tres de cada cuatro estadounidenses prevén un aumento de los precios en los próximos meses.

“La incertidumbre se mantendrá previsiblemente en niveles elevados, la desconfianza global ha llegado para quedarse y la posibilidad de futuras nuevas correcciones en los activos de riesgo es muy real”, señalan desde Macroyield.

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