Aunas pocas semanas para que los verdes lleguen al Gobierno —este viernes han alcanzado a un principio de acuerdo con socialdemócratas y liberales para que Olaf Scholz (SPD) sea el nuevo canciller—, el Ejecutivo alemán ha metido un hachazo a las renovables. El ministro de Economía, el democristiano Peter Altmaier, ha anunciado que reducirá el llamado cargo EEG, que financia las energías limpias a través de la factura de los consumidores.

A diferencia de España, donde la mayor parte del recorte se la han llevado la hidroeléctrica y la nuclear, Berlín ha decidido aliviar el precio del recibo a costa de las renovables, ya que considera que son las más rentables y, por tanto, las que están recibiendo una mayor retribución de la que les corresponde, beneficiándose del alza de la energía. «Son cada vez más competitivas que los combustibles fósiles», ha sentenciado Altmaier para justificar la decisión, según recoge Bloomberg.

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