Así puede la inteligencia artificial hacerte ahorrar 250 euros al año en la factura de la luz
Los termostatos inteligentes permiten controlar el funcionamiento de los sistemas de climatización en función de las rutinas del usuario. Hay dispositivos por 100 euros
Winter is coming. El tiempo ha cambiado, y con la llegada del otoño se acerca la temporada de calefacción. Es la hora de pensar cómo será la climatización del hogar durante el invierno, y tomar buenas decisiones puede suponer un ahorro sustancial de dinero. La inteligencia artificial ya supone una ayuda en ese proceso, a través de los conocidos como termostatos inteligentes.
Un termostato inteligente no es más que un aparato para regular la temperatura del hogar, pero que, a diferencia de los habituales —donde es el usuario el que establece la temperatura—, está conectado a internet. Esto permite que, más allá de programarlo, se pueda hacer una optimización de su uso para reducir el consumo y, así, evitar el gasto energético innecesario.
Jofre Torrents, de Netatmo, una de las empresas que fabrica este tipo de dispositivos, lo explica de la siguiente manera: «El termostato tiene un modo de aprender cómo tu casa responde a la calefacción según la temperatura exterior, el aislamiento, etc. De esta forma, puede anticiparse. Esto le permite al termostato decir: ‘Si a las ocho de la tarde tengo que llegar a 20 grados, hoy, teniendo en cuenta que fuera hace 13 gratos, el aislamiento y la humedad, entonces tengo que empezar a calentar a las seis y media’. Así puede optimizar al máximo el consumo«.
Se trata, por tanto, de que el usuario no decida a qué hora se enciende la calefacción y a qué temperatura, como ocurría con los termostatos tradicionales, sino simplemente qué temperatura, o nivel de confort, quiere a una hora determinada. La forma de conseguirlo la decide el propio aparato con la ayuda de la inteligencia artificial, que calcula todas las variables que inciden y aporta la solución que genere un mayor ahorro, tanto energético como económico.
«Por cada grado que bajamos la temperatura del termostato, ahorramos un 7% de energía»
Ambos están ligados. «Por cada grado que bajamos la temperatura del termostato, ahorramos un 7% de energía. Según una encuesta a nuestros usuarios, cada temporada de invierno pueden llegar a ahorrar hasta 250 euros en sus facturas«, dice Torrens.
Estos aparatos pueden tener diferentes complementos o funciones, dependiendo del modelo y la marca que los fabrique. En el caso de Netatmo, destacan las válvulas termostáticas, que se instalan en cada radiador para detectar las ventanas abiertas. Cuando la temperatura está bajando drásticamente, posiblemente por una ventana abierta, la calefacción se corta hasta que esta se ha cerrado y se puede volver a calentar. Así se evita el despilfarro de energía.
«Con el uso de las válvulas podemos controlar todo de manera individual. De modo que, si durante el día estamos en el salón o en el comedor, podemos tener una temperatura de confort allí, mientras que en las habitaciones mantenemos una temperatura más baja. Y luego por la noche, a la inversa. Así pues, incluso si hay radiadores en el baño, podemos hacer que alcancen nuestra temperatura de confort por la mañana mientras nos duchamos y que baje durante el resto del día. Esta solución te permite dejar de malgastar«, asegura Torrens.
Pero este tipo de tecnología no solo sirve para controlar los radiadores. Los llamados termostatos modulantes, por ejemplo, se emplean para calderas de agua, y ajustan la temperatura del líquido en los circuitos de calefacción para gestionar de forma más precisa la temperatura del hogar. Además, y aunque no se trate de un termostato propiamente dicho, Netatmo lanzó este año el control inteligente de aire acondicionado, que sirve para regular este tipo de aparatos o una bomba de calor aire-aire.
En definitiva: sea para el propio radiador, el circuito de calefacción o un aparato de aire acondicionado, este tipo de instrumentos permiten una mayor eficiencia gracias a la conexión a internet y a la inteligencia artificial.
¿Cuánto cuestan?
Lo cierto es que no se trata de aparatos demasiado caros, al menos si se tiene en cuenta el ahorro que pueden llegar a producir. En estos casos, es muy importante tener en cuenta el consumo energético de cada familia para saber si es posible amortizarlos o no: en el caso de que este sea muy elevado, y la vivienda esté mal aislada, es muy probable que sí merezca la pena, y la inversión se pueda recuperar incluso en un único invierno.
Antes de programarlos, hay que responder a algunas preguntas sobre las rutinas del usuario
Los más baratos, como los de la marca Tado, se pueden llegar a obtener por menos de 100 euros. Los de Netatmo oscilan entre los 120 y los 220. Según un estudio de la compañía francesa, el 90% de los usuarios dice haber ahorrado energía gracias a estos dispositivos, y la mayoría de ellos afirma que son más efectivos cuanto más tiempo lleven instalados en el hogar. Esto se debe a que el algoritmo de la inteligencia artificial se va alimentando de más información y, por tanto, va aprendiendo poco a poco, aumentando la eficiencia del dispositivo.
En cualquier caso, antes de programarlos, es habitual que haya que responder a algunas preguntas sobre las rutinas del usuario, para que, con estos parámetros, la inteligencia artificial pueda hacer su trabajo. También suelen contener funciones para cambiar la rutina cuando el cliente está ausente o para que este lo controle directamente a través de su teléfono inteligente. Todo sea por ahorrar unos euros en el invierno que se avecina.