Banca, el tamaño ya no importa «tanto»… sí la rentabilidad

 Lejos parece quedar ya el inicio de la crisis financiera global allá por 2008. Entonces, pocos pensaban que los mayores bancos del mundo, las llamadas entidades sistémicas, fueran a tener que recurrir al dinero público para sobrevivir. «Too big to fail». Esta fue la máxima utilizada por la Reserva Federal de Estados Unidos para justificar la intervención pública ante un posible riesgo de quiebra de algunos de sus grandes bancos. De no haber sido así, las consecuencias hubieran sido aún más desastrosas para la economía. Aquel año, el Gobierno norteamericano, adalid del «laissez faire…» en el mundo, no dudó en intervenir e inyectó 700.000 millones de dólares para rescatar a esas entidades financieras «demasiado grandes para caer». Pues bien, hasta que el tamaño de estas entidades -extrapolable a otras de diferente nacionalidad- no comenzó a convertirse en un problema, asociado a la concentración de riesgos y la gestión de altos niveles de deuda, la idea generalizada era que «cuanto más grande fuera el banco, mejor». Hoy, paradójicamente, cada vez surgen más voces que apuntan hacia otra manera de ver las cosas. Y el futuro más cercano sobre el sector bancario en el mundo dependerá de quien lo sepa ver o no.

Ver artículo completo en ABC


https://aeef-ejecutivos.online

También te podría gustar...