
"Intentamos mantener la calma", recuerda el broker Leónidas Papaconstantinou sobre la reapertura de la Bolsa de Atenas la semana pasada. Ese lunes negro, sus clientes querían vender todo, incluso lo muy rentable. Los corredores de Bolsa viven tiempos muy difíciles. Su mayor incertidumbre, el acuerdo del Gobierno griego con los acreedores. "Si no lo hay, será un nuevo desastre", advierten.
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