Cuando se lidera una empresa que comercializa más de 25 marcas, uno tiene la sensación de estar presente en los hogares y de saber un poco de todo. Este es el sentimiento diario de Carlos Matos (Lisboa, 1958), consejero delegado de P&G Iberia.

“Empiezo el día hablando de detergentes y lo acabo charlando sobre productos de belleza. Me encanta la diversidad”. Más le vale, porque su compañía gestiona marcas como H&S, Pantene, Braun, Duracell, Fairy, Ariel o Gillette, por citar algunas. “Lo bueno de mi trabajo no es sólo la variedad de temas, sino también de personas con las que tratas”.

Y es en la relación con sus empleados en la que demuestra su capacidad de liderazgo. “Prefiero el trato directo. No me considero un líder de masas, soy más de pequeños grupos”. Su manera de dirigir es directamente proporcional a su currículum. “He vivido en siete países diferentes y eso me ha ayudado a adaptarme con facilidad”. Y en cada uno de esos lugares –si tiene que elegir se queda con España– ha tratado de integrarse conociendo la cultura y a su gente. Tanto que allá donde va se hace socio de un equipo de fútbol. “Ahora soy del Atlético de Madrid”, confiesa entre risas.

A Matos no le agobia la responsabilidad, todo lo contrario: “Cuanto más alto llegas, más divertido es. Mi trabajo es una gozada porque significa diversidad”. E inculca esos valores a su equipo. “Me gusta que la gente con la que trabajo asuma sus propios riesgos”. Asegura que sus empleados, a los que define como genios, hablan con él de sus intereses o el entorno familiar. “Apuesto por la gente independiente, que comparte nuestros valores y que sabe relacionarse bien”.

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