Decenas de miles de dependientes morirán esperando la ayuda
El Gobierno amplía a dos años la resolución de una ayuda económica sin generar deudas
La esperanza de vida de estos ancianos no alcanzará tanto
Escribe Carmen Morán para El País.com–La reforma de la dependencia permitirá que mueran decenas de miles de ancianos de forma tradicional, es decir, atendidos en casa o pagando las residencias por su cuenta, sin tener acceso a un derecho consagrado por una ley que había acercado a España a los niveles de protección social europeos. Miles fallecen ya esperando unos trámites que en algunas comunidades se alargan muy por encima de los seis meses. Y cada vez que el Gobierno limpia las estadísticas, que suele ser una vez al año, han causado baja miles de personas. Pues bien, a partir de ahora, las comunidades podrán extenderse dos años más allá de los seis meses para resolver esos expedientes, sin tener que hacerse cargo de deudas económicas contraídas por el retraso.
La mitad (54%) de los beneficiarios de la dependencia son personas mayores de 80 años y un 21% están entre los 65 y los 79. La mortalidad para ellos no es la misma que para el resto de la población a esas mismas edades, porque estos padecen enfermedades o discapacidades. Cumplidos los 80 y teniendo en cuenta el grado de dependencia, la esperanza de vida no alcanza más de tres años, como media, según datos del INE a partir de la encuesta sobre Discapacidad y Estado de Salud.
La demora de dos años permitida por ley contará para todos los dependientes que estén en la actualidad incluidos en el sistema, salvo los que ya sean beneficiarios de una ayuda. Hay 260.000 personas con derecho esperando a recibirla desde no se sabe cuánto tiempo, y a esos habría que sumar otros 60.000 que, siguiendo cálculos de meses atrás, entran en el sistema cada dos años (aunque el ritmo de incorporaciones es ahora mortecino).