Del cerrojazo de Cataluña a la resistencia de Madrid: la economía tras las restricciones
El pasado 25 de octubre, el Gobierno estableció el estado de alarma en todo el territorio nacional para contener el avance del coronavirus. En esta segunda ola optó por ceder a las comunidades autónomas la decisión sobre las restricciones dentro de su territorio. El resultado ha sido una panoplia de medidas que, a su vez, está generando efectos económicos heterogéneos por todo el país. Los mejores resultados se localizan en las regiones con menos incidencia acumulada del virus, como es evidente. Pero en aquellas con niveles de contagio elevados, los mejores datos económicos se obtienen donde se ha mantenido la actividad sin cierres generalizados y aplicando restricciones de aforo u horario.
Estas medidas de contención del virus están teniendo impacto en la transmisión. La semana pasada, los nuevos contagios comenzaron a estancarse, tendencia que se ha confirmado en los últimos días. La incidencia acumulada (positivos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días) ha empezado a descender y ha bajado de los 500 casos, aunque la presión hospitalaria sigue siendo muy alta y las muertes aún crecen.