El 40% de las peticiones de cambio de operador móvil va de farol
La portabilidad nació como un proceso técnico para cambiar de operador con la garantía de mantener el número de móvil. Ahora se ha convertido en una estrategia. Los clientes piden el cambio con el objetivo de que su operador les haga una contraoferta. La meta es un smartphone o una mejora de precios. Cuando lo consiguen, cancelan la solicitud. Eso sucede con el 40% de las portabilidades. Una crónica de Inés Abril en Cinco Días.com.
Cada mes cerca de 400.000 usuarios de telefonía móvil cambian de operadora de telecomunicaciones. Pero esa cifra es solo el final de la película. Los que inician el proceso son muchos más. Y es que la portabilidad se ha convertido en una estrategia en manos de los clientes. La fuerte competencia y la necesidad de las operadoras de conservar a sus usuarios frente a las amenazas ajenas ha llevado a las compañías a ofrecer casi lo que sea con tal de no perder abonados. Los clientes lo saben y lo utilizan. Pero, ¿cómo decirle al operador que uno va a irse si no le dan algo mejor y que la amenaza sea creíble? La portabilidad es la clave, en un proceso que se ha convertido en algo tan popular que incluso tiene un nombre: amago de portabilidad.
El usuario inicia el trámite para irse a otra compañía. Inmediatamente, la nueva empresa se pone en contacto con la antigua para comunicarle el comienzo del proceso de portabilidad. Eso da a la operadora titular la información sobre un intento de deserción, lo que activa los mecanismos de retención.»La política es la misma en todas las operadoras. Nos ponemos en contacto con el cliente que quiere irse y le mejoramos la oferta que le han hecho», explica una fuente del sector.
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