El 80% de los socios cooperativistas de Eroski ha apoyado la propuesta del Consejo Rector de asumir parte de las pérdidas y, por tanto, ha dado el visto bueno a la nueva normativa de reparto de resultados negativos, según fuentes del grupo. La decisión final corresponderá a la Asamblea General Ordinaria de 2014.

Los 8.500 socios cooperativistas de Eroski estaban llamados a votar a lo largo de la semana pasada si aceptaban asumir un 30% de las pérdidas con cargo al capital inicial que habían aportado, mientras que el 70% restante iría a cargo de las reservas del grupo.

Eroski ha destacado que la propuesta para la imputación de resultados negativos haya contado con el refrendo "mayoritario" de los socios, una "muy buena respuesta", que "refrenda la solidez de la cultura cooperativa" en la empresa.

Ver Artículo completo en El Pais

La Asamblea General, a propuesta del Consejo Rector, es la que decide cada año la distribución de resultados de Eroski. En la última década, el reparto que se ha seguido para la distribución de los resultados positivos ha sido: el 60%, a reservas de la cooperativa; otro 30%, a distribuir entre los socios, y el 10% restante, a Obra Social.

La nueva propuesta prevé crear una "reserva negativa individualizada" separada de la cuenta de capital que cada socio trabajador tiene en la cooperativa y que se compensará a sí misma con resultados positivos futuros durante los próximos cinco años.

Fuentes de Eroski han recordado que es una propuesta "coherente" con la forma en que han sido repartidos hasta ahora los beneficios de la cooperativa entre los socios.

La cooperativa ha destacado que el año récord de beneficios (2006), los socios se repartieron en beneficios (ingreso en la cuenta de capital más intereses al capital) un importe equivalente a nueve sueldos mensuales. Por ejemplo, un socio trabajador con 17 años en la cooperativa (1994-2012) ha recibido adicionalmente en concepto de reparto de beneficios un importe equivalente a nueve años de trabajo.

Eroski registró en 2012 unas pérdidas atribuidas a la sociedad dominante de 121 millones de euros en su año fiscal 2012-2013 (cerrado el pasado 31 de enero), frente a los 43,01 millones de euros registrados en 2011.

La compañía viene adoptando distintas medidas para tratar de paliar la caída de ventas debida, entre otros factores, a la debilidad del consumo que todavía persiste como consecuencia de la crisis.

A principios de este mes logró el respaldo de las entidades financieras a su plan estratégico de negocio, que culmina en 2016, para refinanciar su deuda por importe de 2.500 millones de euros. La compañía ha logrado reducir su pasivo en 1.200 millones de euros en los últimos cinco años.