El caos de la cadena de suministros está lejos de acabar y amenaza con empeorar
Lo que debería haber constituido una gran noticia, la recuperación del consumo global tras la pandemia del coronavirus, se está convirtiendo en una pesadilla que se puede llevar por delante el despegue de la economía que suele acompañar a la reactivación del gasto.
Tan intenso está siendo el tirón económico que la gran fábrica del mundo, China, no da abasto para producir todo lo que se demanda, lo que está provocando el desabastecimiento y el encarecimiento de algunos productos y materias primas. Un problema al que se han sumado otros de índole sanitario y de falta de previsión que han tensado al máximo la cadena de suministro global. Una presión que los más optimistas creen que durará varios meses y los pesimistas, que va a empeorar.