El distanciamiento social pondrá fin a los vuelos baratos
El sector aéreo ha entrado en pánico. La crisis sanitaria desatada por el coronavirus ha provocado que el 85% de los vuelos se queden en tierra, limitando la actividad a trayectos de carga y rutas de repatriación de pasajeros. Los gobiernos diseñan ya rescates públicos para evitar una oleada de quiebras. Y las aerolíneas dan por hecho que la crisis no acabará con el control de la pandemia.
Al previsible desplome de la demanda se ha sumado en los últimos días otra amenaza: el distanciamiento social que habrá que respetar para evitar un nuevo brote del virus. Las aerolíneas de bajo coste basan su modelo en llenar los aviones de pasajeros y obtener ingresos adicionales de servicios como el transporte.