La semana pasada se supo que Luis Planas, junto con la consejera correspondiente del Gobierno balear Mae de la Concha, de Podemos, se saltó a la torera la normativa vigente sobre Covid en aquella comunidad autónoma y participó en sendos ágapes, a los que asistieron 24 y 26 personas, respectivamente, cuando solo podía haber 6. Se trató de una cena y una comida que tuvieron lugar a finales de noviembre.

Planas se había desplazado hasta allí para participar en la cumbre ministerial entre Italia y España y, ya de paso, aprovechó la coyuntura para mantener esos banquetes, actos sobre los que ahora ha preguntado al Gobierno el PP en el Congreso de los Diputados. En este contexto conviene recordar que al anterior comisario de Agricultura, el irlandés Phil Hogan, que entonces lo era de Comercio, se vio obligado a dimitir de su puesto el año pasado tras haber sido sorprendido en su país participando en una comida incumpliendo las restricciones vigentes en su país en ese momento del verano. ¿Hará lo mismo Planas, que es tan devoto de las cosas europeas, especialmente de sus suculentos sueldos y otras prebendas, de las que se ha beneficiado durante largos periodos en al menos tres ocasiones como eurodiputado, jefe de Gabinete de Marín y Solbes, y secretario general del CES? ¿Seguirá el ejemplo de Hogan y dimitirá por haberse saltado las normas a la torera? Mucho me temo que no va a ser así.

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