Hyperloop, ¿un proyecto realista o pura ciencia ficción?
Un cruce entre un Concorde, un cañón y una mesa de hockey de aire. Así definió Elon Musk al hyperloop, el medio de transporte que promete viajes en una cápsula a través de un tubo mediante un sistema de vacío a velocidades cercanas a los 1.000 kilómetros por hora. El magnate surafricano, promotor del concepto, aseguró en 2013 que sería “fantástico” tener una alternativa a volar o conducir, siempre que fuera mejor que volar o conducir. Siete años después, varias iniciativas, incluida la española Zeleros, tratan de hacer realidad esa alternativa que algunos consideran que está llamada a ser el quinto medio de transporte y otros, sencillamente, tildan de proyecto de ciencia ficción.
Los promotores de los diferentes hyperloops están seguros de que, pese a su complejidad, técnicamente es viable. Juan Vicen, uno de los fundadores de Zeleros, explica a través de un correo electrónico que el hyperloop que está construyendo la startup española es la suma de muchas tecnologías ya existentes, en especial de aviación, levitación magnética, ferrocarril e infraestructuras. “Estas tecnologías están ya probadas por separado, y ahora el reto está sobre todo en probarlas integradas en un vehículo y en una pista de pruebas en condiciones relevantes”. Para hacerlo, su objetivo es desarrollar un Centro Europeo de Desarrollo Hyperloop en España, que incluirá una pista de varios kilómetros y un vehículo a escala media, para lo que la compañía cerró una ronda de financiación de 7 millones de euros en julio. Hasta 2022, el objetivo de Zeleros será “demostrar la eficiencia y las ventajas de nuestro sistema hyperloop a nivel de costes de infraestructuras, eficiencia energética y presiones de operación de aviación, que permiten realizar rutas de largas distancias de forma sostenible”. A partir de 2022, su objetivo es crear una pista a escala real para probar el sistema y que se pueda certificar para transporte de mercancías (hasta 2025) y pasajeros (hasta 2030). “Dando los pasos adecuados, puede llegar a ser una realidad en la próxima década”, resume Vicen.