La tormenta perfecta de la energía golpea el bolsillo de los consumidores
La luz alcanza máximos, llenar el depósito del coche cuesta 20 euros más que en marzo y hasta la bombona de butano está más cara que ningún verano. En plena operación salida tras un año y medio de encierro por la pandemia y con las temperaturas disparadas pidiendo el aire acondicionado a todas horas, los hogares y los consumidores españoles se ven abocados a pagar la energía más cara de la historia. La tormenta energética perfecta golpea al bolsillo de los ciudadanos.
Esa ciclogénesis de la energía ha provocado que se encarezca el precio del gas natural por la explosión de la demanda china y las restricciones de Rusia, o la especulación de inversores internacionales dispare el mercado de los derechos del dióxido de carbono (CO2), la tasa con el que la UE grava las energías fósiles para favorecer la adopción de renovables.