El drástico cambio que va a sufrir el sector energético español con la futura ley que crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que obligará a todas las compañías energéticas a sufragar el coste de las primas a las renovables, cogeneración y residuos -7.142 millones de euros en 2019- y que están ahora incluidas en el recibo de la luz, ha cogido a casi todos con el pie cambiado dado el sigilo con el que la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha diseñado unas nuevas reglas de juego.

Y con unas empresas más damnificadas que otras.

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