Reforma fiscal: menos IRPF, más IVA

 El Ejecutivo estudia una reducción "importante" del impuesto para las rentas medias
No subirá el IVA, pero extenderá su aplicación a más productos de la cesta de consumo

El crecimiento de la economía, por un lado, y la necesidad de ganarse al electorado, por otro, van a marcar la pauta de la reforma fiscal del Gobierno, cuya música prepara una comisión de expertos. Pero la letra acabará en manos de Cristóbal Montoro. El ministro de Hacienda deberá encajar las piezas para que la reforma incremente -en vez de reducir- los ingresos tributarios.

Fuentes próximas al Ejecutivo reconocen que «se van a tocar todos los palos», en particular el IRPF, porque el modelo fiscal sustentado en las rentas de trabajo ya no da más de sí desde el punto de vista recaudatorio. Sobre todo, cuando la reforma laboral está acabando con la progresividad del impuesto, facilitando la reducción salarial.

Por ello, además de cambiar la supresión de algunas deducciones por una mejora de tipos en el Impuesto de Sociedades, se quiere buscar nuevos nichos recaudatorios en línea con las recomendaciones de instituciones internacionales. En concreto, el Gobierno quiere seguir el último consejo del FMI que asegura que «España tiene margen para elevar los impuestos a grandes fortunas».

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IRPF

La intención del Ejecutivo es realizar una reducción de impuestos «importante» que compense la subida de 2012, mediante una bajada de tarifa en los tramos más bajos y sobre todo en las rentas medias, donde se concentra el mayor número de contribuyentes. En concreto, por debajo de bases imponibles inferiores a 12.000 euros está el 40% (7,7 millones) de declarantes, aunque sus cuotas apenas generan recaudación por el juego de las reducciones y deducciones familiares y personales.

Mientras, en el tramo de rentas medias se concentra el 57% de los contribuyentes (11,1 millones). Por ello, aunque dependerá de la evolución de la economía y de los ingresos en 2014, se pretende beneficiar a estas rentas, que son las que sostienen los ingresos y también las de mayor capacidad de consumo y de ahorro.

Sin embargo, para las rentas altas, a partir de 60.000 euros, no se esperan novedades. Representan poco más del 3% de los declarantes (menos de 700.000 personas), pero suponen el 17% del conjunto de las bases liquidables y aportan el 33% de las cuotas recaudadas. Cabe la posibilidad de que se cambien los tramos de tarifa para sacar hacia las rentas medias a quienes ganan cerca de los 60.000 euros ya que en la actualidad la mayor parte de la recaudación obtenida en las rentas más elevadas corresponde al colectivo que figura entre esos 60.000 y 150.000 euros.

El gasto estimado de esta reducción -es decir, el ahorro para los contribuyentes- rondará entre los 3.500 y los 4.000 millones, una cifra levemente por debajo de la recaudación obtenida por la subida de 2012.

Pero puede haber más novedades para compensar esta pérdida de ingresos. El Gobierno quiere abrir el debate de la supresión con efectos retroactivos de la deducción por vivienda. Podría ser general o por tramos de renta. Esta decisión «va a ser muy meditada», dicen estas fuentes, porque es la única deducción que tienen las rentas medias. Y, además, ahora hay 5,8 millones de personas que se la aplican. Su coste se va reduciendo progresivamente hasta los 1.800 millones previstos en 2014 por la caída de los tipos de las hipotecas y la desaparición de la deducción a la inversión nueva a partir de 2013.
Sociedades

Va a continuar el proceso de reducción de las deducciones que se aplican las empresas, en particular las grandes. El Gobierno quiere aumentar las bases imposibles tributables para aumentar la recaudación a cambio de reducir los tipos. Incluso, cabe la posibilidad de fijar un tipo fijo, en el entorno del 15%, para evitar que se tribute por un tipo efectivo menor.

El debate se va a concentrar en suprimir la deducción actual del 100% de la doble tributación internacional de las sociedades. Es decir, la intención es eliminar la bonificación de las exenciones parciales de las rentas empresariales en el exterior. Se pretende que éstas tributen más en España. De esta forma, se pretende seguir la estela regulatoria de otros países para evitar la baja tributación en el país.

IVA

Aunque el compromiso ya no ofrece todas las garantías, Rajoy ya ha anunciado que no va a subir más los tipos del IVA. Pero hay un margen aún para situar el gravamen general en el 23%. Sin embargo, el Gobierno quiere defender políticamente que no sube los tipos. Por ello, pretende seguir la recomendación de Bruselas de reclasificar los productos. El argumento es que no tiene mucho sentido que sólo la mitad de la cesta de consumo de bienes y servicios esté sometido al gravamen general (21%), cuando por ejemplo en Alemania llega al 85%, y que la otra mitad se reparta entre el tipo reducido (10%) y el superreducido (4%). Además, España, que es uno de los países que menos recauda por IVA, es el que más productos y bienes tiene gravados con ese tipo superreducido. Este cambio supondría un incremento sustancial de la recaudación de este impuesto indirecto.

Especiales

En este capítulo hay mucho más margen. Además se trata de los llamados impuestos silenciosos, ya que el ciudadano no percibe tanto la subida. Aunque esto está cambiando. Por ejemplo, ahora se ha detectado que, tras la subida de los impuestos del alcohol, el consumidor bebe ahora más cerveza que espirituosos para eludir la subida. Algo similar ya ocurrió con la subida del tabaco. Se trata de tocar y unificar todas las figuras de este impuesto, ya que las subidas no producen el rechazo general por sus posibles efectos sobre la salud. En este lote entraría una nueva generación de impuestos medioambientales en línea con los que ahora entran en vigor en la ley de fiscalidad energética.

Módulos

Se pretende reducir «al máximo» este sistema, en el que conviven un millón de trabajadores por cuenta propia. Este colectivo no puede deducirse las facturas que soportan. Pero en cambio sí puede emitirlas, generando un efecto bola de nieve en el fraude para las empresas. La intención es simplificar su contabilidad para que este colectivo se pase a estimación objetiva o que opte por constituirse en una sociedad limitada.

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